Ambos existen para proteger la vida de los conductores y, por ello, son esenciales, pero trabajan de forma diferente y en momentos diferentes.
Elementos de seguridad activa
Es el conjunto de todos aquellos elementos que contribuyen a proporcionar una mayor eficacia y estabilidad al vehículo en marcha, y en la medida de lo posible, evitar un accidente:
El sistema de frenado
El sistema de dirección
El sistema de suspensiones
Los neumáticos
La iluminación
El sistema de control de estabilidad
Elementos de seguridad pasiva
Son los elementos que reducen al mínimo los daños que se pueden producir cuando el accidente es inevitable:
Los cinturones de seguridad
Los airbags
Los sistemas de retención infantil
El chasis y la carrocería
Los reposacabezas
Otros elementos que se consideran de seguridad pasiva pueden ser el corte de inyección, que ayuda a que no se produzca un incendio tras una colisión, deteniendo la inyección de combustible al motor cuando una línea de combustible se rompe, aislando el depósito y la bomba de combustible del motor, o la llamada de emergencia que hace el vehículo una vez se ha producido el accidente, puesto que la hora siguiente después de producirse un accidente es crucial para salvar vidas.